La cultura turística de una empresa parte de principios esenciales, tal y como lo mencionan Herrera (2002), Ledesma (2009) Ratto (2008) y la Secretaría de turismo (2013):
Ofrecer un servicio rápido y afable con el viajero.
Recibir al visitante con calidez.
Constante crecimiento humano.
Profesionalismo.
Ofrecer un trato cuya denominación recaiga en la hospitalidad.
Promover orgullo sobre la cultura local y atractivos de la zona.
Reflejar una imagen de calidad y eficiencia del servicio.
El recibimiento y trato de un turista no sólo recaen en los mandos operativos, es parte de la coordinación e integración del servicio turístico empresarial.
Las empresas turísticas regularmente promueven en sus empleados una cultura de organización basada en el servicio, la cual recae en los valores, misión, visión, objetivos y políticas de la empresa. Esta cultura organizacional permite dar pauta a la cultura turística vista como un elemento general. Para que te des una idea, al momento de ingresar en una empresa se necesita conocer sus valores y determinar la cultura organizacional, para ello, se apoyan de manuales de bienvenida, programas, cursos de capacitación por ejemplo:
Los programas de adiestramiento operativo permiten a los administradores de las empresas turísticas, detectar necesidades en su organización y dar o buscar la capacitación precisa que conlleve un servicio de excelencia. En la medida que los servicios estén más especializados, fundamentados y organizados, se evitarán conflictos internos que articulen una imagen poco positiva del lugar, espacio o destino turístico.
En las agencias de viajes existen cursos que permiten la relación con los tecnicismos de las áreas especializadas, por ejemplo, cursos de operación aeroportuaria, manejo de reservas por el sistema SABRE, técnicas de cotización, técnicas para la resolución de conflictos o manejo de grupos.
Programa de formación para instructores. Son cursos operativos para la capacitación, éstos facilitan e integran un primer conocimiento entre la empresa y los empleados. Principalmente se aplican en empresas de alojamiento o servicios especializados.
En el área de alimentos y bebidas, regularmente se recurre a cursos de capacitación en las zonas de "flameo", limpieza de hornos, técnicas de barman, talleres para especializarse en algún patillo, preparación de salsas, etc.
Apoyo al gobierno para campañas de concientización turística. Las empresas fungen como ejemplos dentro de estas estrategias de información social.
La cultura turística en una empresa busca efectividad, productividad y competitividad, dotando al empleado de herramientas y técnicas que no sólo ayuden en los procesos de atención y servicio al cliente, sino además permitan al empleado adoptar una postura profesional en su área de trabajo y generar relaciones auténticas basada en la hospitalidad con el cliente actual o posible consumidor.
Puesto que las empresas se organizan conforme a su rubro y giro a cubrir, ya sean industriales, de producción o de servicios, las empresas turísticas forman parte de los operadores del mercado, los cuales son todos los servicios destinados a satisfacer una oferta y demanda existente, que a su vez se dividen en servicios básicos y complementarios,
Se puede deducir que la cultura turista en una empresa siempre se encuentra en constante cambio. Muestra de ello es la modificación de niveles de conducta ante la marcada pauta del manejo ético de las relaciones interpersonales. La empresa necesita estructurar, estudiar y comprender que los aspectos sociológicos y filosóficos del ser humano no pueden estar disgregados. Por ejemplo, las bases en la industria turística son la comunicación y el servicio; parte importante de este servicio es la intangibilidad, es por ello que con una sonrisa y un buen trato al cliente, posicionarán a la empresa como cálida. Por otro lado, si la empresa proporciona a sus empleados las herramientas necesarias para su crecimiento, no sólo profesional sino también humano, estas motivaciones intrínsecas darán como resultado un excelente trato al viajero, siendo importante recalcar que "no es lo mismo un empleado feliz, que un empleado que busca el aporte meramente económico".
Es por ello que la cultura turística permite la realización y ejecución de comportamientos éticos dentro del turismo. Ledesma refiere que la "ética ha sido el lado olvidado en los procesos de racionalización económica moderna y es hora de hacer la prueba de activar las virtualidades de la economía capitalista, para lo cual, como postulaba Aristóteles, para "ser justo…es indispensable adquirir el hábito de tomar decisiones justas, igual que para ser prudente, fuerte o magnánimo" (Ledesma, 2009, pp. 125-128).
A continuación se ejemplifica un modelo simple de comandas donde la cultura turística interviene para proporcionar un servicio de calidad con el objetivo de generar la reincidencia del cliente.
La cultura turística empresarial es la conjunción de valores, conocimientos, actitudes y acciones que permiten centrar el servicio como un elemento de actuar diario. Es decir, una empresa de servicios no puede definir su servicio de manera tangible, lo que hace que esa empresa se posicione dentro del mercado es su factor humano, cuya asistencia al cliente se va perfeccionando día a día.
Al factor humano se le conoce como comunidad receptora. Es importante aclarar que dentro de un destino turístico se derivan dos tipos de comunidades receptoras, una es la parte activa del turismo, es decir, las personas que están en contacto directo con la actividad turística y la otra es la comunidad receptora pasiva, conjunto de personas que viven dentro de un destino turístico, pero su contacto con el turista es limitado pues no laboran directamente en el área de prestación de servicios. La comunidad receptora pasiva requiere de una cultura turística diferente a la cultura turística empresarial, aspecto que estudiarás en el siguiente punto.
Ofrecer un servicio rápido y afable con el viajero.
Recibir al visitante con calidez.
Constante crecimiento humano.
Profesionalismo.
Ofrecer un trato cuya denominación recaiga en la hospitalidad.
Promover orgullo sobre la cultura local y atractivos de la zona.
Reflejar una imagen de calidad y eficiencia del servicio.
El recibimiento y trato de un turista no sólo recaen en los mandos operativos, es parte de la coordinación e integración del servicio turístico empresarial.
Las empresas turísticas regularmente promueven en sus empleados una cultura de organización basada en el servicio, la cual recae en los valores, misión, visión, objetivos y políticas de la empresa. Esta cultura organizacional permite dar pauta a la cultura turística vista como un elemento general. Para que te des una idea, al momento de ingresar en una empresa se necesita conocer sus valores y determinar la cultura organizacional, para ello, se apoyan de manuales de bienvenida, programas, cursos de capacitación por ejemplo:
Los programas de adiestramiento operativo permiten a los administradores de las empresas turísticas, detectar necesidades en su organización y dar o buscar la capacitación precisa que conlleve un servicio de excelencia. En la medida que los servicios estén más especializados, fundamentados y organizados, se evitarán conflictos internos que articulen una imagen poco positiva del lugar, espacio o destino turístico.
En las agencias de viajes existen cursos que permiten la relación con los tecnicismos de las áreas especializadas, por ejemplo, cursos de operación aeroportuaria, manejo de reservas por el sistema SABRE, técnicas de cotización, técnicas para la resolución de conflictos o manejo de grupos.
Programa de formación para instructores. Son cursos operativos para la capacitación, éstos facilitan e integran un primer conocimiento entre la empresa y los empleados. Principalmente se aplican en empresas de alojamiento o servicios especializados.
En el área de alimentos y bebidas, regularmente se recurre a cursos de capacitación en las zonas de "flameo", limpieza de hornos, técnicas de barman, talleres para especializarse en algún patillo, preparación de salsas, etc.
Apoyo al gobierno para campañas de concientización turística. Las empresas fungen como ejemplos dentro de estas estrategias de información social.
La cultura turística en una empresa busca efectividad, productividad y competitividad, dotando al empleado de herramientas y técnicas que no sólo ayuden en los procesos de atención y servicio al cliente, sino además permitan al empleado adoptar una postura profesional en su área de trabajo y generar relaciones auténticas basada en la hospitalidad con el cliente actual o posible consumidor.
Puesto que las empresas se organizan conforme a su rubro y giro a cubrir, ya sean industriales, de producción o de servicios, las empresas turísticas forman parte de los operadores del mercado, los cuales son todos los servicios destinados a satisfacer una oferta y demanda existente, que a su vez se dividen en servicios básicos y complementarios,
Se puede deducir que la cultura turista en una empresa siempre se encuentra en constante cambio. Muestra de ello es la modificación de niveles de conducta ante la marcada pauta del manejo ético de las relaciones interpersonales. La empresa necesita estructurar, estudiar y comprender que los aspectos sociológicos y filosóficos del ser humano no pueden estar disgregados. Por ejemplo, las bases en la industria turística son la comunicación y el servicio; parte importante de este servicio es la intangibilidad, es por ello que con una sonrisa y un buen trato al cliente, posicionarán a la empresa como cálida. Por otro lado, si la empresa proporciona a sus empleados las herramientas necesarias para su crecimiento, no sólo profesional sino también humano, estas motivaciones intrínsecas darán como resultado un excelente trato al viajero, siendo importante recalcar que "no es lo mismo un empleado feliz, que un empleado que busca el aporte meramente económico".
Es por ello que la cultura turística permite la realización y ejecución de comportamientos éticos dentro del turismo. Ledesma refiere que la "ética ha sido el lado olvidado en los procesos de racionalización económica moderna y es hora de hacer la prueba de activar las virtualidades de la economía capitalista, para lo cual, como postulaba Aristóteles, para "ser justo…es indispensable adquirir el hábito de tomar decisiones justas, igual que para ser prudente, fuerte o magnánimo" (Ledesma, 2009, pp. 125-128).
A continuación se ejemplifica un modelo simple de comandas donde la cultura turística interviene para proporcionar un servicio de calidad con el objetivo de generar la reincidencia del cliente.
La cultura turística empresarial es la conjunción de valores, conocimientos, actitudes y acciones que permiten centrar el servicio como un elemento de actuar diario. Es decir, una empresa de servicios no puede definir su servicio de manera tangible, lo que hace que esa empresa se posicione dentro del mercado es su factor humano, cuya asistencia al cliente se va perfeccionando día a día.
Al factor humano se le conoce como comunidad receptora. Es importante aclarar que dentro de un destino turístico se derivan dos tipos de comunidades receptoras, una es la parte activa del turismo, es decir, las personas que están en contacto directo con la actividad turística y la otra es la comunidad receptora pasiva, conjunto de personas que viven dentro de un destino turístico, pero su contacto con el turista es limitado pues no laboran directamente en el área de prestación de servicios. La comunidad receptora pasiva requiere de una cultura turística diferente a la cultura turística empresarial, aspecto que estudiarás en el siguiente punto.
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