El turismo alternativo es un sector de la industria turística relativamente nuevo, ya que es reconocido a partir de los años 90 en nuestro país y en general en el mundo entero, (pero en realidad venía haciéndose desde tiempo atrás sin realmente saberlo), se inicia a partir de dos vertientes principalmente, cada una con sus características particulares y necesidades específicas que podrás distinguir a continuación.
A mediados del siglo XIX comienza una era de grandes exploraciones geográficas, descubrimientos de todos tipos (científicos, arqueológicos, biológicos, físicos, históricos, matemáticos, médicos, de fenómenos naturales y químicos) e inventos tecnológicos. Los trabajos de excavación, clasificación, análisis y restauración que realizaron los arqueólogos de aquellos años, subvencionados por universidades, instituciones o mecenas, de quienes dependían para la continuidad de su labor, aprovecharon el interés del público general que deseaba acercarse y conocer de primera mano dichos trabajos; así es como se da inicio a las visitas guiadas en espacios culturales, que conjuntamente con la formación de los grandes museos, movilizaron grandes grupos de personas curiosas por admirar los resultados de traer a la luz restos de civilizaciones antiguas.
Esos arqueólogos, al igual que otros profesionistas como biólogos, zoólogos y antropólogos, iniciaron una actividad de guías de turistas primigenios, que a cambio de la información que proporcionaban a las personas interesadas, recibían una compensación económica, que les sirvió para poder continuar sus trabajos respectivos a cada una de sus disciplinas, sin tener que depender en su totalidad de aquellos organismos o personas que financiaban sus actividades; de esta manera obtienen autonomía y cada vez se vuelven más especializados, aunque sin perder su origen de conocedores de su tema particular, su preocupación por proteger su ámbito y dirigir las visitas a las áreas que determinan más importantes.
De igual manera, entre los años 50 y 60, deportistas de diferentes actividades al aire libre invitaron a otras personas a compartir su hobbie, como en el caso anterior, descubren que además pueden verse beneficiados económicamente a través del desarrollo de esta actividad y así pudieron tener un intercambio de una experiencia única.
Ambas actividades, al ir evolucionando y acoplándose cada vez más a los requerimientos de los visitantes, fueron cambiando e introduciéndose en el sector turístico, pero su servicio carecía del nivel, calidad y estándares mínimos indispensables para que el turista tuviera una alta satisfacción, a pesar de haber tenido una buena experiencia durante su recorrido o actividad específica; no fue sino hasta mediados de los años 90 que en México se le dio la importancia debida al desarrollo de este tipo de eventos como parte de la actividad turística, a través del programa clasificado como turismo alternativo.
En Europa y Estados Unidos esta actividad se consolida en la década de los años 80, cuandoalgunas empresas se empiezan a estructurar, como es el caso de los Bed & Breakfast u hostales, quienes además de ofrecer servicio de alojamiento, construyen estructuras deportivas, que con el tiempo llegan a volverse más complejos y sofisticados para cubrir las necesidades de grupos de población de niveles económicos más altos que también desean participar de este tipo de actividades.
Para 1990, el estadounidense Megan Epler Wood organiza, con un grupo de personas que asistieron a la primera conferencia dedicada al ecoturismo en 1989, la primera sociedad ecoturística del mundo, bajo el nombre de "The Ecotorusim Society", dedicada a buscar soluciones para el turismo incontrolado y para equilibrar la capacidad de carga en los destinos naturales, especialmente en las islas Galápagos. Wood junto con la Fundación Charles Darwin cambian el nombre a esta sociedad conocida actualmente como "The International Ecotourism Society", que expande su alcance a nivel internacional y continúa trabajando por el bienestar y protección del medio natural para el goce y disfrute de los visitantes respetuosos y conscientes de su impacto y responsabilidad.
asos similares suceden en Europa y el resto del mundo; se organizan grupos privados de deportistas que crean sus propias Asociaciones específicas, por ejemplo, aparece la "National Asociation of Underwater" Instructor-NAUI en Estados Unidos y tiempo después aparece la "Professional Association of Diving Instructors"-PADI, que certifican y verifican la calidad y seguridad del buceo; de la misma manera surgen otras organizaciones para controlar los diversos deportes que se practican en el mundo, tales como: escalada, descenso de río en balsa, parapente, etc.
En México, las primeras pequeñas empresas comienzan a ofrecer servicios de este tipo a finales de los años 80, debido a que esta tendencia mundial es adquirida por la población nacional a la par que el resto de Latinoamérica, y en 1993 se reúnen en un restaurante Agustín Arroyo, Melitón Cross, Valdemar Franco y Alfonso De la Parra para hablar sobre sus respectivas empresas y el futuro del turismo alternativo en México, lo cual culmina con la formación de AMTAVE, la "Asociación Mexicana de Turismo de Aventura y Ecoturismo", que influye enormemente en el sector, tanto así, que la SECTUR crea en 1995 una subdirección específica para apoyar a esta actividad.
El sector en nuestro país ya cuenta con más de 700 empresas y tienen un significativo valor en la balanza comercial del sector turístico, así como presencia a nivel internacional, la AMTAVE ha publicado varios catálogos desde 1996 con los productos y servicios que se ofrecen en toda la República y patrocinado o participado en importantes Congresos, Ferias y Convenciones
A mediados del siglo XIX comienza una era de grandes exploraciones geográficas, descubrimientos de todos tipos (científicos, arqueológicos, biológicos, físicos, históricos, matemáticos, médicos, de fenómenos naturales y químicos) e inventos tecnológicos. Los trabajos de excavación, clasificación, análisis y restauración que realizaron los arqueólogos de aquellos años, subvencionados por universidades, instituciones o mecenas, de quienes dependían para la continuidad de su labor, aprovecharon el interés del público general que deseaba acercarse y conocer de primera mano dichos trabajos; así es como se da inicio a las visitas guiadas en espacios culturales, que conjuntamente con la formación de los grandes museos, movilizaron grandes grupos de personas curiosas por admirar los resultados de traer a la luz restos de civilizaciones antiguas.
Esos arqueólogos, al igual que otros profesionistas como biólogos, zoólogos y antropólogos, iniciaron una actividad de guías de turistas primigenios, que a cambio de la información que proporcionaban a las personas interesadas, recibían una compensación económica, que les sirvió para poder continuar sus trabajos respectivos a cada una de sus disciplinas, sin tener que depender en su totalidad de aquellos organismos o personas que financiaban sus actividades; de esta manera obtienen autonomía y cada vez se vuelven más especializados, aunque sin perder su origen de conocedores de su tema particular, su preocupación por proteger su ámbito y dirigir las visitas a las áreas que determinan más importantes.
De igual manera, entre los años 50 y 60, deportistas de diferentes actividades al aire libre invitaron a otras personas a compartir su hobbie, como en el caso anterior, descubren que además pueden verse beneficiados económicamente a través del desarrollo de esta actividad y así pudieron tener un intercambio de una experiencia única.
Ambas actividades, al ir evolucionando y acoplándose cada vez más a los requerimientos de los visitantes, fueron cambiando e introduciéndose en el sector turístico, pero su servicio carecía del nivel, calidad y estándares mínimos indispensables para que el turista tuviera una alta satisfacción, a pesar de haber tenido una buena experiencia durante su recorrido o actividad específica; no fue sino hasta mediados de los años 90 que en México se le dio la importancia debida al desarrollo de este tipo de eventos como parte de la actividad turística, a través del programa clasificado como turismo alternativo.
En Europa y Estados Unidos esta actividad se consolida en la década de los años 80, cuandoalgunas empresas se empiezan a estructurar, como es el caso de los Bed & Breakfast u hostales, quienes además de ofrecer servicio de alojamiento, construyen estructuras deportivas, que con el tiempo llegan a volverse más complejos y sofisticados para cubrir las necesidades de grupos de población de niveles económicos más altos que también desean participar de este tipo de actividades.
Para 1990, el estadounidense Megan Epler Wood organiza, con un grupo de personas que asistieron a la primera conferencia dedicada al ecoturismo en 1989, la primera sociedad ecoturística del mundo, bajo el nombre de "The Ecotorusim Society", dedicada a buscar soluciones para el turismo incontrolado y para equilibrar la capacidad de carga en los destinos naturales, especialmente en las islas Galápagos. Wood junto con la Fundación Charles Darwin cambian el nombre a esta sociedad conocida actualmente como "The International Ecotourism Society", que expande su alcance a nivel internacional y continúa trabajando por el bienestar y protección del medio natural para el goce y disfrute de los visitantes respetuosos y conscientes de su impacto y responsabilidad.
asos similares suceden en Europa y el resto del mundo; se organizan grupos privados de deportistas que crean sus propias Asociaciones específicas, por ejemplo, aparece la "National Asociation of Underwater" Instructor-NAUI en Estados Unidos y tiempo después aparece la "Professional Association of Diving Instructors"-PADI, que certifican y verifican la calidad y seguridad del buceo; de la misma manera surgen otras organizaciones para controlar los diversos deportes que se practican en el mundo, tales como: escalada, descenso de río en balsa, parapente, etc.
En México, las primeras pequeñas empresas comienzan a ofrecer servicios de este tipo a finales de los años 80, debido a que esta tendencia mundial es adquirida por la población nacional a la par que el resto de Latinoamérica, y en 1993 se reúnen en un restaurante Agustín Arroyo, Melitón Cross, Valdemar Franco y Alfonso De la Parra para hablar sobre sus respectivas empresas y el futuro del turismo alternativo en México, lo cual culmina con la formación de AMTAVE, la "Asociación Mexicana de Turismo de Aventura y Ecoturismo", que influye enormemente en el sector, tanto así, que la SECTUR crea en 1995 una subdirección específica para apoyar a esta actividad.
El sector en nuestro país ya cuenta con más de 700 empresas y tienen un significativo valor en la balanza comercial del sector turístico, así como presencia a nivel internacional, la AMTAVE ha publicado varios catálogos desde 1996 con los productos y servicios que se ofrecen en toda la República y patrocinado o participado en importantes Congresos, Ferias y Convenciones
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