Marketing competitivo - comercialización de un producto turístico

México como destino turístico tiene gran importancia en el plano internacional; es un país competitivo tanto en sus destinos como en su cultura milenaria, siendo para muchos un ejemplo a seguir en materia turística.
México, al igual que varios países, se ha preocupado por hacer fuertes campañas promocionales turísticas para captar la atención de los visitantes, en especial de turistas extranjeros.

Todas las empresas han evolucionado al paso del tiempo, y, desde luego, también la forma de gestionarlas. Debido a los cambios que han sufrido las empresas del sector turístico se ha sustituido el término gestión estratégica (del cual que habló durante años), por el de planeación. Estratégica por círculos de calidad o reingeniería de negocios e incluso benchmarking, teniendo en su momento resultados positivos en el sector turístico. Cabe señalar que todos estos esfuerzos y formas de gestión se dieron cuando los intereses de quienes dirigían los rumbos turísticos de una nación como México, tenían otro tipo de preocupaciones, tenían otras metas y otras perspectivas para la actividad turística; tenían otro tipo de competencia tanto nacional como internacional, pues ésta no era tan agresiva ni tan competida como hoy día, es por ello que los resultados en su momentos fueron de bonanza.

Definitivamente los tiempos han cambiado y la competencia se ha incrementado considerablemente, tanto como la forma de pensar de quienes están al frente de nuestro sector; cambios no solamente experimentados por México, sino  por el mundo entero, pues se ha visto en el turismo una gran oportunidad al aparecer nuevos segmentos de mercado que atender, y junto con ello las expectativas de ingresos mucho más altos que repercuten positivamente en la economía de los países.
Hoy en día, se tienen muy marcadas algunas necesidades de atención, pues el (la) turista es mucho más exigente, con necesidades muy específicas que cubrir, al grado de llegar en algunos casos a la sofisticación, ya que se encuentran  empresas que han tenido que desarrollar actividades propias del sector dentro de una localidad porque así lo demanda el mercado.

Por ejemplo:
En un hotel el (la) turista no sólo hace uso de las instalaciones de la habitación, sino también del restaurante y otros servicios complementarios que se convierten en un plus para el turista como son: spa,  temazcal, actividades de cuidado al medio ambiente, actividades agroturísticas, en donde el (la) turista participa en actividades cotidianas de la región.



Lo anterior ha llevado a las autoridades a pensar en una nueva forma de gestionar de manera estratégica para lograr los resultados que se desean, esta forma de gestión se denomina competitividad, Se refiere a estar siempre a la vanguardia cumpliendo las expectativas del turistacuyo significado es estar al día en la innovación de productos o servicios turísticos que son demandados por los (las) viajeros(as), competitividad es sinónimo de oportunidad respecto a otros mercados sean estos nacionales o internacionales. Este nuevo esquema de gestión estratégica fue creado por Michael Porter, Es reconocido en temas de estrategia de empresa, desarrollo económico de naciones y regiones, y aplicación de la competitividad empresarial a la solución de problemas sociales, de medio ambiente y de salud.y ha permitido darle un sentido nuevo y diferente a la competencia mundial


Por tanto, de acuerdo a SECTUR (2001),"la aplicación de este concepto de gestión de negocios al que hemos denominado competitividad turística, deberá estar soportado por una estrategia de mercadotecnia que permita efectuar una efectiva comercialización de los destinos y productos turísticos, conformando así una estrategia de mercadotecnia competitiva".

En este sentido, como puedes apreciar, se concluirá este tema diciendo que desarrollar nuevos destinos y productos turísticos para satisfacer las necesidades del(a) nuevo(a) turista, requiere que quienes estén encargados(a) de atraer estos mercados, sean lo suficientementecompetitivos(as) para lograr captar su atención y, junto con ello, garantizar un flujo de visitantes cada vez mayor.

Se deben, además, considerar dos factores para que un producto turístico logre dicha competitividad; por un lado,  hacer una segmentación psicográfica y, por otro, una segmentación conductual. Si quienes están al frente de las actividades turísticas de una región tienen muy bien identificadas las necesidades desde el punto de vista psicológico y de consumo del(a) viajero(a), podrán estar en posibilidades primeramente de diseñar productos y servicios a la medida, es decir, lo que realmente desea el turista y por otro lado, diseñar estrategias de comercialización eficientes que hagan al producto turístico verdaderamente competitivo en el mercado.