Los turistas de hoy son diferentes a los turistas de hace dos o tres décadas. Actualmente los turistas pagan sin ningún problema por los servicios que necesitan para disfrutar de su tiempo libre (transporte, actividades, visitas, etcétera) y para sobrevivir (comer, dormir, convivir) en ambientes diferentes y extraños: los turistas buscan experiencias diferentes y es eso precisamente lo que compran.
No se debe olvidar que puedes encontrar diferentes formas de satisfacer las necesidades de los turistas. Por ejemplo, SECTUR (Subsecretaría de Operación Turística) en el Fascículo 3 (2001), dice que "la necesidad de logro puede ser satisfecha por el producto trekkingConsiste en realizar una actividad al aire libre y que consiste en recorrer a pie caminos por sitios montañosos de forma autónoma, en ocasiones ésta actividad puede durar varios días., por el raftingConsiste en realizar un deporte extremo donde se conjugan la destreza y el espíritu de aventura. o por cualquier otro que esté configurado para satisfacerla."
El rafting es mejor conocido como el descenso de ríos, y es considerado como una actividad deportiva y recreativa en donde el turista recorre el cauce de los ríos en dirección de la corriente (río abajo) y que, por lo general, se hace sobre algún tipo de embarcación.
Por lo tanto, queda claro que cada forma de satisfacer una necesidad es un potencial mercado. Y es por ello que en algunas partes del mundo en donde existen actividades como las que se han mencionado, encontrarás el mercado del rafting, del trekking, del sol y playa, del buceo, del kayak, sólo por citar algunos entre tantos que existen.
Es importante señalar que los turistas que practican algún tipo de turismo constituyen un tipo de mercado específico, pero no todos los turistas que lo practican tienen las mismas características ni las mismas motivaciones, seguramente tendrán distintos deseos y hábitos, incluso la forma de adquisición y utilización varía.
Sea cual sea la experiencia que desea vivir el turista, nunca se debe dejar de pensar que las emociones son el aspecto más importante a considerar. Basta recordar en todo momento que el turista compra intangibles que son proyectados como sueños, de los cuales debe poder gozar sentirse satisfecho con ellos.
Si se quiere ser más radical y realista, el turista compra imágenes y promesas, que son las que cumplirán o no sus expectativas con respecto a cierto destino, producto y servicios ofertados al momento de realizar cierta compra. Es muy importante que el prestador de servicios cumpla cabalmente con todo lo prometido, porque lamentablemente hay casos en los que, sin previo aviso, hasta el momento del viaje, cambian los servicios prometidos al turista.
Cuando llega a suceder, es natural que la reacción del turista sea de enojo y frustración, lo que hace que la experiencia no sea la mejor, y es entonces cuando surgen las quejas o incluso las demandas, que además de ser trámites molestos, dejan un muy mal "sabor de boca" en el turista, por lo que es probable que no repita el viaje.
Muchos prestadores de servicios ya han comprendido que las reacciones de los turistas cuando algo no sucede como fue planeado son normales muestras de su malestar, sin embargo, otros aún siguen pensando que esas reacciones negativas son exageradas, por lo que hay que considerar lo siguiente:
Su viaje lo realizan en los momentos en que tienen tiempo libre, y por lo tanto, ese tiempo libre tiene:
Un gran componente emocional. Es un tiempo limitado y corto, dedicado a la diversión y el desarrollo personal. Es tiempo para hacer realidad los sueños.
Un gran valor económico, porque es caro. En algunos casos, el turista habrá ahorrado durante todo el año para pagarse el viaje y, casi siempre, el viaje vacacional será el gasto unitario mayor que hacen al año las personas que no se hayan comprado una casa o un coche.
Para concluir este tema, se puede decir que hoy en día los turistas buscan experiencias diferentes, pretenden satisfacer sus necesidades de viaje, por lo que requieren de un mejor aprovechamiento del tiempo libre.
Es obligación de cualquier prestador de servicios turísticos cumplir con lo que se ha prometido al turista; es su función no engañarlo en ningún momento, y si hubiese algún cambio, ya sea en el itinerario o en los servicios que se ofrecieron, éstos deberán comentarlos de manera previa al viaje, y no durante éste.
Se debe valorar en todo momento que el componente emocional es uno de los más importantes a considerar, así como el valor económico del viaje. Si se consideran estos dos aspectos, es seguro que el turista repetirá el viaje.
El conocido refrán "bueno, bonito y barato" puede servir para algunos turistas. Por lo general, un viaje no suele ser "barato", sin embargo, pese a esto, es importante que el turista se sienta contento al realizar sus sueños; de esta forma, el factor "precio" puede no ser imperante.
No se debe olvidar que puedes encontrar diferentes formas de satisfacer las necesidades de los turistas. Por ejemplo, SECTUR (Subsecretaría de Operación Turística) en el Fascículo 3 (2001), dice que "la necesidad de logro puede ser satisfecha por el producto trekkingConsiste en realizar una actividad al aire libre y que consiste en recorrer a pie caminos por sitios montañosos de forma autónoma, en ocasiones ésta actividad puede durar varios días., por el raftingConsiste en realizar un deporte extremo donde se conjugan la destreza y el espíritu de aventura. o por cualquier otro que esté configurado para satisfacerla."
El rafting es mejor conocido como el descenso de ríos, y es considerado como una actividad deportiva y recreativa en donde el turista recorre el cauce de los ríos en dirección de la corriente (río abajo) y que, por lo general, se hace sobre algún tipo de embarcación.
Por lo tanto, queda claro que cada forma de satisfacer una necesidad es un potencial mercado. Y es por ello que en algunas partes del mundo en donde existen actividades como las que se han mencionado, encontrarás el mercado del rafting, del trekking, del sol y playa, del buceo, del kayak, sólo por citar algunos entre tantos que existen.
Es importante señalar que los turistas que practican algún tipo de turismo constituyen un tipo de mercado específico, pero no todos los turistas que lo practican tienen las mismas características ni las mismas motivaciones, seguramente tendrán distintos deseos y hábitos, incluso la forma de adquisición y utilización varía.
Sea cual sea la experiencia que desea vivir el turista, nunca se debe dejar de pensar que las emociones son el aspecto más importante a considerar. Basta recordar en todo momento que el turista compra intangibles que son proyectados como sueños, de los cuales debe poder gozar sentirse satisfecho con ellos.
Si se quiere ser más radical y realista, el turista compra imágenes y promesas, que son las que cumplirán o no sus expectativas con respecto a cierto destino, producto y servicios ofertados al momento de realizar cierta compra. Es muy importante que el prestador de servicios cumpla cabalmente con todo lo prometido, porque lamentablemente hay casos en los que, sin previo aviso, hasta el momento del viaje, cambian los servicios prometidos al turista.
Cuando llega a suceder, es natural que la reacción del turista sea de enojo y frustración, lo que hace que la experiencia no sea la mejor, y es entonces cuando surgen las quejas o incluso las demandas, que además de ser trámites molestos, dejan un muy mal "sabor de boca" en el turista, por lo que es probable que no repita el viaje.
Muchos prestadores de servicios ya han comprendido que las reacciones de los turistas cuando algo no sucede como fue planeado son normales muestras de su malestar, sin embargo, otros aún siguen pensando que esas reacciones negativas son exageradas, por lo que hay que considerar lo siguiente:
Su viaje lo realizan en los momentos en que tienen tiempo libre, y por lo tanto, ese tiempo libre tiene:
Un gran componente emocional. Es un tiempo limitado y corto, dedicado a la diversión y el desarrollo personal. Es tiempo para hacer realidad los sueños.
Un gran valor económico, porque es caro. En algunos casos, el turista habrá ahorrado durante todo el año para pagarse el viaje y, casi siempre, el viaje vacacional será el gasto unitario mayor que hacen al año las personas que no se hayan comprado una casa o un coche.
Para concluir este tema, se puede decir que hoy en día los turistas buscan experiencias diferentes, pretenden satisfacer sus necesidades de viaje, por lo que requieren de un mejor aprovechamiento del tiempo libre.
Es obligación de cualquier prestador de servicios turísticos cumplir con lo que se ha prometido al turista; es su función no engañarlo en ningún momento, y si hubiese algún cambio, ya sea en el itinerario o en los servicios que se ofrecieron, éstos deberán comentarlos de manera previa al viaje, y no durante éste.
Se debe valorar en todo momento que el componente emocional es uno de los más importantes a considerar, así como el valor económico del viaje. Si se consideran estos dos aspectos, es seguro que el turista repetirá el viaje.
El conocido refrán "bueno, bonito y barato" puede servir para algunos turistas. Por lo general, un viaje no suele ser "barato", sin embargo, pese a esto, es importante que el turista se sienta contento al realizar sus sueños; de esta forma, el factor "precio" puede no ser imperante.
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