Para evaluar un negocio turístico, será necesario considerar que éste es un proceso en el que se debe satisfacer al(a) cliente(a) y no considerarlo(a) como un proceso de producción de servicios.
Un aspecto importante que debes saber es que a medida que se evoluciona en el tiempo, los productos se van haciendo obsoletos. No obstante, las necesidades básicas y los grupos de consumidores(as) continúan siendo los(as) mismos(as); lo importante es tener muy claro el giro del negocio tratando de enfocarse y especializarse en lo que hace y no ampliarlo o abarcar demasiado, al grado de dejar oportunidades grandes para el mismo, por atender dos o más giros dentro del mismo.
Un claro ejemplo es que una de las más grandes cadenas hoteleras del mundo alguna vez quiso ampliar la definición de su negocio; evidentemente su especialización radicaba en la venta de habitaciones y servicios complementarios, sin embargo, quiso incursionar en el mundo de los viajes ampliando su negocio, es así como decidió adquirir una empresa de autobuses, en ese momento la más grande de los Estados Unidos. No era lo mismo administrar un hotel o una cadena hotelera, que administrar una línea de transportación terrestre, por lo cual el proyecto no funcionó y les costó millones de dólares a los (las) empresarios(as). Es así como dicha empresa, tomó la decisión de apegarse a lo suyo y se centró en la Industria de la hospitalidad.
Es necesario considerar que la Evaluación del portafolios de negocios turísticos debe medir el grado de atractividad del destino, así como la fortaleza del mismo también.
Según SECTUR (2001), cada negocio está clasificado en términos de dos dimensiones principales:
1.- La atracción del mercado
2.- La posición competitiva
Las empresas tendrán éxito en la medida en que penetren en mercados atractivos, pero también estos mercados deben de poseer una serie de atributos que sean competitivos para que sean triunfadores.
Un error frecuente que se comete en la comercialización de los productos turísticos tanto en México como en otros países, es que sólo se analizan las fortalezas y debilidades tanto del destino como de las empresas del ramo, sin haber analizado a los mercados a los que se va a ofrecer el producto. No podemos dejar atrás la realidad del mercado, que finalmente es quien va a adquirir el producto o destino ofertado.
En resumen, se puede comentar que a lo largo de este tema se ha reiterado que en todo negocio siempre se debe hacer una evaluación permanente, se debe hacer un análisis sobre cómo se encuentra el producto turístico en el mercado, qué tan atractivo es y si está o no posicionado en el mercado, sin embargo en un adecuado proceso de planificación, esto se debe de hacer siempre, pues esto garantiza al menos saber qué se debe de hacer en el momento para no salir del mercado y dejar de ser competitivos, este análisis, esta evaluación debe de hacerse de manera periódica lo que permitirá tomar las acciones necesarias y formular las estrategias requeridas en caso de necesitar un cambio; ésta es la única forma de continuar siendo un producto turístico exitoso.
Es necesario centrar los esfuerzos de comercialización en la evaluación de la atractividad del mercado y en la competitividad que éste puede poseer, siempre considerando las necesidades, gustos y preferencias del(a) cliente(a) potencial y para ello es necesario hacer estudios de mercado que justamente evalúen si lo que se pretende hacer en un destino turístico es o que el (la) turista quiere y desea y de esta manera no sólo el producto tendrá éxito, sino también las empresas del sector que formen parte de este portafolio de negocios turísticos, pues en la medida que conozcan todo esto, serán mucho más competitivas.
Un aspecto importante que debes saber es que a medida que se evoluciona en el tiempo, los productos se van haciendo obsoletos. No obstante, las necesidades básicas y los grupos de consumidores(as) continúan siendo los(as) mismos(as); lo importante es tener muy claro el giro del negocio tratando de enfocarse y especializarse en lo que hace y no ampliarlo o abarcar demasiado, al grado de dejar oportunidades grandes para el mismo, por atender dos o más giros dentro del mismo.
Un claro ejemplo es que una de las más grandes cadenas hoteleras del mundo alguna vez quiso ampliar la definición de su negocio; evidentemente su especialización radicaba en la venta de habitaciones y servicios complementarios, sin embargo, quiso incursionar en el mundo de los viajes ampliando su negocio, es así como decidió adquirir una empresa de autobuses, en ese momento la más grande de los Estados Unidos. No era lo mismo administrar un hotel o una cadena hotelera, que administrar una línea de transportación terrestre, por lo cual el proyecto no funcionó y les costó millones de dólares a los (las) empresarios(as). Es así como dicha empresa, tomó la decisión de apegarse a lo suyo y se centró en la Industria de la hospitalidad.
Es necesario considerar que la Evaluación del portafolios de negocios turísticos debe medir el grado de atractividad del destino, así como la fortaleza del mismo también.
Según SECTUR (2001), cada negocio está clasificado en términos de dos dimensiones principales:
1.- La atracción del mercado
2.- La posición competitiva
Las empresas tendrán éxito en la medida en que penetren en mercados atractivos, pero también estos mercados deben de poseer una serie de atributos que sean competitivos para que sean triunfadores.
Un error frecuente que se comete en la comercialización de los productos turísticos tanto en México como en otros países, es que sólo se analizan las fortalezas y debilidades tanto del destino como de las empresas del ramo, sin haber analizado a los mercados a los que se va a ofrecer el producto. No podemos dejar atrás la realidad del mercado, que finalmente es quien va a adquirir el producto o destino ofertado.
En resumen, se puede comentar que a lo largo de este tema se ha reiterado que en todo negocio siempre se debe hacer una evaluación permanente, se debe hacer un análisis sobre cómo se encuentra el producto turístico en el mercado, qué tan atractivo es y si está o no posicionado en el mercado, sin embargo en un adecuado proceso de planificación, esto se debe de hacer siempre, pues esto garantiza al menos saber qué se debe de hacer en el momento para no salir del mercado y dejar de ser competitivos, este análisis, esta evaluación debe de hacerse de manera periódica lo que permitirá tomar las acciones necesarias y formular las estrategias requeridas en caso de necesitar un cambio; ésta es la única forma de continuar siendo un producto turístico exitoso.
Es necesario centrar los esfuerzos de comercialización en la evaluación de la atractividad del mercado y en la competitividad que éste puede poseer, siempre considerando las necesidades, gustos y preferencias del(a) cliente(a) potencial y para ello es necesario hacer estudios de mercado que justamente evalúen si lo que se pretende hacer en un destino turístico es o que el (la) turista quiere y desea y de esta manera no sólo el producto tendrá éxito, sino también las empresas del sector que formen parte de este portafolio de negocios turísticos, pues en la medida que conozcan todo esto, serán mucho más competitivas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
- Abstente de comentarios ofensivos o con fines autopublicitarios.
- Sé concreto, no hagas comentarios demasiado largos.
- Apegate al tema en cuestión.
- No escribas en mayúsculas, es como si estuvieras gritando.
- Trata de Utilizar adecuadamente el español.
- Tu comentario se publicará inmediatamente pero será eliminado si no cumple estos requisitos
Tu opinión es la más importante! exprésate