La Comisión Federal de Competencia señala que la competencia económica significa rivalidad entre las empresas que participan en un mercado aplicando sus mejores estrategias, de manera que puedan minimizar sus costos, maximizar sus ganancias y así mantenerse activas e innovadoras frente a otras empresas rivales.
La política de competencia tiene como propósito promover al máximo la rivalidad entre empresas para que los agentes económicos se esfuercen por mejorar el uso de recursos para producir bienes y servicios y perfeccionar e innovar en la calidad y variedad de éstos, con la finalidad de que reditúe en mejoras en competitividad y más beneficios para los (las) consumidores(as). Todo ello, para lograr un mayor crecimiento económico y bienestar para la sociedad.
Así, la política de competencia protege al proceso de competencia entre pares y no a los (las) participantes en este proceso; es decir, la autoridad encargada de velar por la competencia vigilará y se asegurará que la batalla entre empresas rivales sea limpia y se lleve a cabo dentro de las reglas establecidas por la ley.
La Comisión Federal de Competencia (COFECO) es la autoridad encargada de aplicar la Ley Federal de Competencia Económica (LFCE o ley).
Tanto la Ley Federal de Competencia Económica como la COFECO fueron creadas para promover la competencia efectiva en el mercado.
Competir para crecer
Los principales beneficiados por la competencia son los (las) consumidores(as), es decir, en el caso específico de nuestro país, todos los (las) mexicanos(as) ya que se genera en el mercado una mayor diversidad de opciones de productos y servicios a menores precios.
La competencia incrementa también la eficiencia de las empresas y tiene un alto impacto en la competitividad internacional de México.
Si las empresas que buscan invertir en México se enfrentan a menores precios de bienes y servicios debido a una mayor eficiencia en la producción, esto provocará que los productos mexicanos sean más atractivos para los (las) consumidores(as) en todas partes del mundo, y así las empresas mexicanas enfrentarán una mayor demanda que creará incentivos para reducir sus costos de producción, creándose un círculo virtuoso que contribuye al crecimiento económico aunado a la tendencia actual de generar a la vez beneficios ecológicos al planeta, la comunidad y la sociedad al actuar con responsabilidad social empresarial.
La política de competencia tiene como propósito promover al máximo la rivalidad entre empresas para que los agentes económicos se esfuercen por mejorar el uso de recursos para producir bienes y servicios y perfeccionar e innovar en la calidad y variedad de éstos, con la finalidad de que reditúe en mejoras en competitividad y más beneficios para los (las) consumidores(as). Todo ello, para lograr un mayor crecimiento económico y bienestar para la sociedad.
Así, la política de competencia protege al proceso de competencia entre pares y no a los (las) participantes en este proceso; es decir, la autoridad encargada de velar por la competencia vigilará y se asegurará que la batalla entre empresas rivales sea limpia y se lleve a cabo dentro de las reglas establecidas por la ley.
La Comisión Federal de Competencia (COFECO) es la autoridad encargada de aplicar la Ley Federal de Competencia Económica (LFCE o ley).
Tanto la Ley Federal de Competencia Económica como la COFECO fueron creadas para promover la competencia efectiva en el mercado.
Competir para crecer
Los principales beneficiados por la competencia son los (las) consumidores(as), es decir, en el caso específico de nuestro país, todos los (las) mexicanos(as) ya que se genera en el mercado una mayor diversidad de opciones de productos y servicios a menores precios.
La competencia incrementa también la eficiencia de las empresas y tiene un alto impacto en la competitividad internacional de México.
Si las empresas que buscan invertir en México se enfrentan a menores precios de bienes y servicios debido a una mayor eficiencia en la producción, esto provocará que los productos mexicanos sean más atractivos para los (las) consumidores(as) en todas partes del mundo, y así las empresas mexicanas enfrentarán una mayor demanda que creará incentivos para reducir sus costos de producción, creándose un círculo virtuoso que contribuye al crecimiento económico aunado a la tendencia actual de generar a la vez beneficios ecológicos al planeta, la comunidad y la sociedad al actuar con responsabilidad social empresarial.
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