Desarrollo de hoteles en Estados Unidos

Desarrollo de los establecimientos de hospedaje en Estados Unidos. 

En Estados Unidos, el desarrollo de la hotelería tuvo influencia de los antiguos pueblos que habitaban la región y del imperialismo inglés. 

Desde tiempo atrás existieron los fuertes o fortalezas y en general existía la creencia que habían sido construidos por los ejércitos, pero en realidad no fue así; dichas edificaciones originalmente fueron destinados para dar abrigo a los comerciantes y viajeros que iban de un estado a otro atravesando largas distancias en diligencias o a caballo y que posteriormente pasaron a ser propiedad de las fuerzas armadas.

 

Es en el año 1770 cuando surgen los primeros mesones y posadas, sin embargo es en 1794 cuando se encuentra en la ciudad de Nueva York lo que podría considerarse el primer hotel de la ciudad el "City Hotel" con 73 cuartos, convertido en el centro social más atractivo de la metrópoli. Posteriormente se crearon hoteles similares en otras ciudades como Boston, Baltimore y Filadelfia. 

Para Estados Unidos, el año 1829, marcó la pauta del fin de la era de los mesones y el principio de la era moderna de la hotelería. 

El inicio del siglo XIX trajo consigo el crecimiento de la industria hotelera, los hoteles proporcionaban más y mejores servicios. Uno de los precursores de este desarrollo fue Ellsworth M. Statler considerado el padre de la industria hotelera moderna y comercial y creador del concepto de cadena hotelera, al incluir servicios innovadores en su Hotel Buffalo Statler, y crear un consorcio de hoteles que proporcionarían la misma cantidad y calidad de servicios, siguiendo posteriormente su ejemplo los hoteles Hilton, Sheraton y muchos otros más. 

A finales de este siglo hubo otros dos aspectos que iban a influir en el funcionamiento de los hoteles del siglo XX (William S. Gray 2009): 

1. En la medida en que se ampliaba la economía del país, los agentes de comercio eran cada vez más importantes en el mundo de los negocios. Al aumentar este grupo en número, se desarrolló una necesidad cada vez mayor de obtener alojamiento en hoteles con habitaciones y servicios adecuados a sus 

requerimientos.

 

2. El desarrollo de los medios de transporte hicieron que los viajes resultaran más 

fáciles y menos costosos. En una sociedad que aparentemente tenía más posibilidades y deseos de viajar, condujo inmediatamente a un enorme aumento 

en el número de viajeros. Una vez que los gastos de viajes estuvieron dentro de 

las posibilidades económicas de la clase media de la sociedad estadounidense se 

convirtió en un sector completamente nuevo del público viajero. 

A principios del siglo XX, se enfrentaba al problema de atender a un nuevo tipo de 

viajeros, tratando de resolver los siguientes cuestionamientos ¿Qué tipo de servicios hoteleros necesitaban los agentes viajeros? ¿El mismo hotel podría atender tanto a los agentes viajeros como a los turistas de clase media o era necesario una operación diferente para satisfacer sus necesidades? ¿Qué tarifas atraerían más personas, pero que también dejen ganancias para el hotel? 

Ellsworth M. Statler había previsto el desarrollo de ambas situaciones y en 1907 ya estaba construyendo el Statler Hotel, en Nueva York. La apertura de éste hotel marcó una nueva época en la industria hotelera norteamericana en donde estaban incluidos los servicios más modernos y numerosas comodidades a precios accesibles. 

En 1929 cuando Norteamérica sufrió la gran depresión económica, casi el 85% de los hoteles se colocaron bajo administración judicial o fueron sometidos a alguna forma de liquidación. Fue preciso conceder créditos a los administradores para que pudieran sobrevivir. 

Hacia la segunda guerra mundial la industria hotelera se estaba estabilizando de manera lenta. 

El desarrollo de este acontecimiento hizo que se iniciara el mayor movimiento de 

personas vistos en Norteamérica, miles de estadounidenses ingresaron a las fuerzas armadas, otros se desplazaron a zonas donde se encontraban las fábricas de productos de guerra, otros más los que coordinaban el plan de defensa consideraron necesario viajar a distintas sedes. Con esa actividad en pleno auge, la demanda hotelera alcanzó su punto máximo de todas las épocas, por lo que fue común ver a las personas durmiendo en los vestíbulos al no haber habitaciones disponibles (Gray 2009) 

 

En esta época la mayoría de los hoteles carecían de personal capacitado para brindar un buen servicio, sin embargo los administradores trataron de solucionar este problema, otorgando curso de capacitación internos. 

La prosperidad de la industria hotelera se mantuvo hasta los años 50´s en donde aunque se construyeron algunos hoteles más de excelente calidad, el incremento de los viajes automovilísticos produjo un nuevo fenómeno en el campo del alojamiento, la creación de los moteles y motor-hoteles, diseñados especialmente para este tipo de viajeros, se trataba de construcciones horizontales en donde la habitación contaba con un lugar de estacionamiento junto a la misma. 

El incremento de estos establecimientos fue extraordinario, de tal manera que para finales de los 50´s se empezaron a formar las asociaciones de hoteles y moteles y el movimiento de franquicias. 

"Las franquicias facilitaron el auge para los inversionistas individuales que deseaban dedicarse a este tipo de negocios. Aunque tengan todos los beneficios de las operaciones de cadenas, un propietario de franquicia, a la larga, es un operador independiente-su propio patrón" (Gray 2009). 

Los estadounidenses han visto en los últimos años la evolución y desarrollo de la 

industria hotelera, beneficiada por las nuevas condiciones laborales (reducción de la jornada laboral, incremento de salarios, periodo vacacional, etc.), el nivel socioeconómico de la población y el incremento de las vías de comunicación y los medios de transporte. 

Los hoteles han logrado enormes avances en lo que se refiere al incremento y calidad de los servicios proporcionados y al novedoso y funcional sistema administrativo que manejan, a tal grado que ya son pocos los hoteles que trabajan de manera independiente, la gran mayoría se ha afiliado a cadenas de gran prestigio a nivel mundial o a alguna franquicia, cuya marca son garantía de calidad y buen servicio.