Para medir el grado de satisfacción de la demanda de servicios turísticos es necesario realizar un análisis comparativo (oferta-demanda), por lo que es indispensable contar con la cuantificación de las dos variables y determinar las condiciones y características de funcionamiento del mercado.
Con esta relación o balance se determinan las oportunidades cuantitativas del mercado para la empresa de servicios turísticos en estudio, lo que se debe realizar con base en las series estadísticas del comportamiento histórico de ambas variables, lo recomendable es que se utilicen series de diez años como máximo, y de cinco como mínimo.
La oferta en el mercado, realiza constantemente esfuerzos de venta con la finalidad de convencer a los clientes o turistas de que adquieran sus servicios, procurando apropiarse de la máxima ganancia posible, en tanto que los compradores buscan satisfacer sus necesidades en función de la disponibilidad de sus recursos económicos, por lo que están en una constante toma de decisiones sobre qué satisfactores adquirir, tratando de que rindan de la mejor manera. Estas fuerzas antagónicas se centran en la variable precio: la oferta desea que sea el máximo para sus servicios y la demanda, por el contrario, el mínimo a pagar, por estas razones se deben de considerar los objetivos de cada variable al elaborar las conclusiones con la información obtenida.
La importancia de la relación oferta-demanda está en función de compararlas de acuerdo con la proyección de cada una, ya que tanto la oferta como la demanda futura serán determinantes en las posibilidades de participación en el mercado de la nueva empresa turística, ya sea sumándose a la oferta existente o desplazando a una parte que opera en el mercado, de acuerdo con la definición de estrategias que se aplicarán según los resultados obtenidos.
El comportamiento de la oferta es diferente al de la demanda, en virtud de que ésta funciona en relación a las condiciones que va marcando la demanda. Es decir, si la demanda tiene una tendencia descendente, difícilmente se incrementará con la construcción de nuevas empresas o la ampliación de las existentes, en tanto que sí la demanda crece de forma natural, de acuerdo al crecimiento poblacional o demográfico, impactará en el crecimiento de la oferta. Esto se debe considerar al utilizar los métodos de proyección, los cuales pueden ser una regresión lineal, tasas de crecimiento de promedio anual, tasas de crecimiento compuesto, tasas anuales acumulativas, etcétera. Para el caso de la oferta, debes tomar en cuenta los proyectos que pudieran estar en estudio, así como las empresas en construcción. Este tipo de información no es fácil de obtener, sin embargo, se debe buscar.
Otro factor que se debe observar es la construcción de empresas de gran magnitud, con la que se absorba una fuerte porción de la demanda, ya que son acciones coyunturales que desvirtúan el comportamiento natural de la oferta, por lo que es necesario evitarla, debido a que impactará negativamente en la oferta comprendida por las pequeñas empresas.
El funcionamiento de cada empresa turística es diferente, y más si consideras los tipos de acuerdo al servicio que ofrecen.
La relación oferta-demanda se debe realizar considerando uno a uno, es decir, una habitación por huésped y un lugar en el restaurante, autobús, avión, etcétera, por turista, y definir el superávit o déficit en cada caso o tipo de servicio en análisis.
Por ejemplo:
En la hotelería: las habitaciones no son de un solo tipo, las hay sencillas, dobles, triples, cuádruple, junior suite, master suite o suite presidencial, por lo que la venta depende de las condiciones de viaje de los turistas, que puede ser en grupo y demanden habitaciones de mayor capacidad para que el pago sea menor, o por el contrario se puede viajar en forma individual y asignarle una habitación doble; en el caso de un establecimiento de alimentos y bebidas, su capacidad instalada o aforo, no debe de considerarse de forma lineal, es decir si cuenta con 10 mesas para cuatro, su capacidad será para 40 comensales, pero se debe considerar el tipo de servicio que se ofrece, que pudiera ser desayuno, comida y cena, es decir son tres momentos diferentes, en los que debe realizarse la venta, y por el lado de los comensales, estos no siempre llegan de cuatro en
cuatro, pueden hacerlo en parejas separadas y se les asignaran dos mesas, perdiéndose cuatro espacios, por lo que se requiere considerar el número de comensales atendidos por turno o servicio y dividirlo entre la capacidad instalada y esto nos dará un indicador que se llama nivel de rotación.
Con esta relación o balance se determinan las oportunidades cuantitativas del mercado para la empresa de servicios turísticos en estudio, lo que se debe realizar con base en las series estadísticas del comportamiento histórico de ambas variables, lo recomendable es que se utilicen series de diez años como máximo, y de cinco como mínimo.
La oferta en el mercado, realiza constantemente esfuerzos de venta con la finalidad de convencer a los clientes o turistas de que adquieran sus servicios, procurando apropiarse de la máxima ganancia posible, en tanto que los compradores buscan satisfacer sus necesidades en función de la disponibilidad de sus recursos económicos, por lo que están en una constante toma de decisiones sobre qué satisfactores adquirir, tratando de que rindan de la mejor manera. Estas fuerzas antagónicas se centran en la variable precio: la oferta desea que sea el máximo para sus servicios y la demanda, por el contrario, el mínimo a pagar, por estas razones se deben de considerar los objetivos de cada variable al elaborar las conclusiones con la información obtenida.
La importancia de la relación oferta-demanda está en función de compararlas de acuerdo con la proyección de cada una, ya que tanto la oferta como la demanda futura serán determinantes en las posibilidades de participación en el mercado de la nueva empresa turística, ya sea sumándose a la oferta existente o desplazando a una parte que opera en el mercado, de acuerdo con la definición de estrategias que se aplicarán según los resultados obtenidos.
El comportamiento de la oferta es diferente al de la demanda, en virtud de que ésta funciona en relación a las condiciones que va marcando la demanda. Es decir, si la demanda tiene una tendencia descendente, difícilmente se incrementará con la construcción de nuevas empresas o la ampliación de las existentes, en tanto que sí la demanda crece de forma natural, de acuerdo al crecimiento poblacional o demográfico, impactará en el crecimiento de la oferta. Esto se debe considerar al utilizar los métodos de proyección, los cuales pueden ser una regresión lineal, tasas de crecimiento de promedio anual, tasas de crecimiento compuesto, tasas anuales acumulativas, etcétera. Para el caso de la oferta, debes tomar en cuenta los proyectos que pudieran estar en estudio, así como las empresas en construcción. Este tipo de información no es fácil de obtener, sin embargo, se debe buscar.
Otro factor que se debe observar es la construcción de empresas de gran magnitud, con la que se absorba una fuerte porción de la demanda, ya que son acciones coyunturales que desvirtúan el comportamiento natural de la oferta, por lo que es necesario evitarla, debido a que impactará negativamente en la oferta comprendida por las pequeñas empresas.
El funcionamiento de cada empresa turística es diferente, y más si consideras los tipos de acuerdo al servicio que ofrecen.
La relación oferta-demanda se debe realizar considerando uno a uno, es decir, una habitación por huésped y un lugar en el restaurante, autobús, avión, etcétera, por turista, y definir el superávit o déficit en cada caso o tipo de servicio en análisis.
Por ejemplo:
En la hotelería: las habitaciones no son de un solo tipo, las hay sencillas, dobles, triples, cuádruple, junior suite, master suite o suite presidencial, por lo que la venta depende de las condiciones de viaje de los turistas, que puede ser en grupo y demanden habitaciones de mayor capacidad para que el pago sea menor, o por el contrario se puede viajar en forma individual y asignarle una habitación doble; en el caso de un establecimiento de alimentos y bebidas, su capacidad instalada o aforo, no debe de considerarse de forma lineal, es decir si cuenta con 10 mesas para cuatro, su capacidad será para 40 comensales, pero se debe considerar el tipo de servicio que se ofrece, que pudiera ser desayuno, comida y cena, es decir son tres momentos diferentes, en los que debe realizarse la venta, y por el lado de los comensales, estos no siempre llegan de cuatro en
cuatro, pueden hacerlo en parejas separadas y se les asignaran dos mesas, perdiéndose cuatro espacios, por lo que se requiere considerar el número de comensales atendidos por turno o servicio y dividirlo entre la capacidad instalada y esto nos dará un indicador que se llama nivel de rotación.
Evaluando proyectos turísticos
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