En Europa del Norte, en interior de los edificios cercanos al puerto de la capital, se encuentra el Mercado de pulgas más famoso de Reykjavík en Islandia, el Kolaportio, donde se puede comprar cualquier artículo y abre sólo los fines de semana.
Por lo que respecta a Europa de Occidente se encuentra el Mercado de la Condamine, en Mónaco, localizado en una amplia explanada en el centro de la ciudad; donde los puestos del mercado de hierbas y los portales sombreados invitan a sentarse en algún para beber un aperitivo, mientras se puede admirar la Rampe Major y sus dos puertas del siglo XVI.
Por lo que respecta a Europa de Oriente, la Feria de Navidad en Budapest, Hungría, es un espacio festivo que da la oportunidad de encontrar productos y regalos navideños fabricados con materiales naturales, siguiendo técnicas artesanales originales. La feria transcurre de noviembre a diciembre en un ambiente con olor a jengibre, canela, vino caliente y pino.
En Europa Mediterránea, pasear por los mercados de Italia es adentrarse en la cultura popular del país. El Mercado de la Paja, en Florencia, se encuentra todo tipo de souvenirs y artículos de cuero; el Mercato Delle Casine está situado en el parque del mismo nombre; el Mercado de la Navidad de la Piaza Navona es tradicional desde hace 100 años, y además de adquirir productos navideños, las luces de la plaza y de las calles hacen de éste un paseo singular.
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