Para poder entender la oferta turística es necesario conocer su clasificación, misma que
de manera general se divide en:
a) Primordial.- Son aquellos atractivos culturales (museos, edificios coloniales, teatros,
artesanías, entre otros); naturales (playas, ríos, lagos, cascadas, montañas, flora,
fauna, etc.) e históricos (zonas arqueológicas), que dan origen a los desplazamientos
y que determinan la producción de los servicios. Este conjunto de atractivos constituye
el patrimonio turístico de un país.
b) Complementaria.- Son los organismos de turismo, dependencias de gobierno,
establecimientos de servicios turísticos (hoteles, restaurantes, aeropuertos,
autobuses, etc.) y obras de infraestructura (vías de comunicación, caminos, puentes,
pistas de aterrizaje, puertos marítimos entre otros) dedicados al impulso y desarrollo
de la actividad turística.
La oferta turística está integrada principalmente por cuatro elementos:
Estos elementos se encuentran en el mercado formando parte de los procesos de gestión desarrollados por empresarios o por instituciones públicas o privadas. Cada uno cumple una función específica en el sistema turístico.
Los atractivos turísticos representan el conjunto de elementos materiales y/o
inmateriales susceptibles a ser transformados a un producto turístico, estos pueden ser de varios tipos; permanentes como los recursos naturales o culturales y temporales como fiestas religiosas, festivales, congresos, ferias o exposiciones, que atraen el interés de los turistas.
Los atractivos turísticos están directamente relacionados con los recursos y el
producto turístico, de ahí la importancia de su estudio.
Desde el punto de vista económico, la oferta turística está integrada por un conjunto de
bienes y servicios que se ponen a disposición de un turista y que forman parte del
producto turístico, pero estos no son el principal componente.
En las unidades anteriores se comentó que las motivaciones que impulsan a un turista a elegir un destino de viaje, han demostrado que no viaja con el fin de ir a dormir en un
hotel, comer en un restaurante o transportarse en un autobús (aunque estos productos
son los servicios básicos que se consumen u ocupan, durante su estancia en cualquier
destino turístico), el turista adquiere estos servicios para sentirse cómodo en ese lugar,
pero su verdadera motivación es disfrutar de los atractivos turísticos del lugar o de la
realización de cierto tipo de actividades no lucrativas.
Es aquí en donde encontramos el producto turístico, el cual le permite al turista pasear, visitar lugares atractivos, hacer deporte y divertirse.
Un turista, al seleccionar un destino de viaje lo que busca es pasar una temporada
disfrutando posiblemente del mar o de las montañas, practicando actividades
relacionadas con el tipo de atractivos turísticos que se encuentren en la región. De ahí
que, las campañas publicitarias deberían estar enfocadas a promocionar estos lugares y no únicamente a promover los servicios que ofertan los hoteles y de las líneas de
transportación, como muchas empresas de marketing lo hacen
Gracias por la información! me sirvió de mucho ;)
ResponderEliminarMuy útil la información, Gracias!
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