El conflicto entre los derechos del hombre y los derechos del
ciudadano puede considerarse como una modulación del conflicto general
entre ética y moral pues mientras que el concepto hombre, en el
contexto de la Declaración Universal de 1948, está entendido en
formato distributivo (hombre es, primariamente, el individuo humano,
es decir, el hombre entendido como especie individuarte), ciudadano
habrá de interpretarse en formato atributivo, si no queremos hacer de
los derechos del ciudadano una mera redundancia de los derechos del
hombre. Que la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948,
eminentemente ética no cubre las exigencias morales vinculadas a los
Pueblos, toma como sujeto de derechos a las personas individuales;
colectivas: Todo pueblo tiene derecho a existir, Todo pueblo tiene
derecho al respeto de su identidad nacional y cultural. Mientras que
los derechos humanos se refieren a sujetos individuales, que sólo
pueden configurarse como tales en toda su universalidad cuando han
sido borradas (abstraídas) de los mapas todas las líneas fronterizas
que separan a los hombres por razas, etnias, lenguas, religiones,
culturas, los derechos de los pueblos requieren poner en primer plano
esas líneas fronterizas que dividen a los humanos (digamos: a los
cinco mil millones de individuos) en círculos bien diferenciados según
religiones, etnias, culturas, constitutivas de los Pueblos (el
artículo 8 de la Declaración de Argel dice, por ejemplo: Todo pueblo
tiene un derecho exclusivo sobre sus riquezas y recursos naturales.
Por lo tanto, no debemos permitir como sociedad, que los derechos del
hombre sean rebasados por las malas condiciones de vida que en
ocasiones, ofrece todo un país.
La formación profesional, la cual nos dice que es lo que nosotros
vamos aprendiendo durante toda nuestra vida en la sociedad y que nos
va forjando; luego vamos con el carácter profesional la cual nos
moldea en nuestra profesión y nos va a dar la diferencia entre la
perfección y la mediocridad, la vocación es la destreza y/o habilidad
que la persona tiene hacia determinada profesión para lo cual pienso
que es importante pero no determinante al momento de verlo sede el
punto de vista de la ética, hace más difícil el aprendizaje en la
persona; la orientación profesional pienso que es la importante ya que
en mi opinión el problema en muchos casos no sería la vocación sino la
orientación que la persona ha tenido la cual la profesión que ha
escogido pueda que no haya sido lo que esperaba; costumbre es el marco
de referencia de la persona además de su código de ética, la cual
depende de la sociedad en la que sé esta viviendo y la época; y la
responsabilidad y libertad es cuando nosotros mismo somos conscientes
e nuestros actos y podemos tomar decisiones concretas, La libertad nos
lleva a la responsabilidad de elección, acto voluntario, como
liberación frente a algo, como realización de una necesidad
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